jueves, 24 de noviembre de 2011

La historia se repite, una víctima más a su lista




Nunca más volvía a hablar con Facundo, pronto se va a cumplir el año de la última conversación y chicas, la verdad es que estoy feliz !!!
A veces una dice cosas en defensa propia, critíca porque está dolido o enojado y muchas veces pensé que eso me estaba pasando, pero no. Mi cabeza funciona bien y mis percepciones no se equivocan, por lo menos respecto a Facundo. 
Ya les relaté mi historia, no la voy a repetir, pero sólo quiero recordarles algo que les comenté. Facundo es un príncipe azul desteñido: quería casarse, tener hijos y vivir una vida feliz conmigo. Nos fuimos a vivir juntos y al poco tiempo como si alguien me lo hubiese cambiado empezó a tratarme mal, a humillarme y a ingnorarme (no hablo de violecia física, pero si psicológica, tan seria como la otra). ¿Cómo es posible que ese hombre tan dulce, encantador y enamorado pueda tratarme de esta forma? Mil veces me lo pregunté ... 

Me acuerdo una canción de Concha Buika que en su estribillo dice " ...yo no comprendo que tu me lastimes con todo todo el amor que tu me diste ... " - no se dan una idea de como me hace llorar esta canción - .
Ahora lo entiendo, es lo que hizo siempre con todas las mujeres y ya lo está haciendo otra vez. 

Las enamora, les dice exactamente lo que quieren escuchar, atento y generoso las va haciendo vulnerable y zassssssss, cuando se entregan las deja caer y ese es su mayor goce.

Y cada vez va buscando una apuesta mayor ... las anteriores a mi no las quiero contar en el blog porque temo descubrir la real identidad de Facundo ( las historias son bastante particulares), pero les contaré lo que me enteré hace dos mes. 

SE CASA ! Así es, con una chica que conoció en julio. Si, chicas tan sólo hace 4 meses ! 

¿Saben qué opinó mucha gente con la que compartí la noticia y que sabía mi historia con él?

Que es gay y no soporta la idea y que por eso necesita inventarse estas historias de amor de novela. 

Puede ser, ya les conté que sexualmente tenía problemas. En realidad si es o no es homosexual no lo sé, pero les juro que no me sorprendería. 

Ultra católico, de familia muy conservadora ... quién sabe, quizás realmente no pueda asumirlo?

No importa, la cuestión es que sin lugar a dudas está loco. 

Me da mucha pena su futura esposa (que tampoco entiendo cómo accede a casarse con alguien que a penas conoce. Al menos que sea tan ultra católica como él) ...

Me da pena por lo que YA le está pasando. Saben qué? Mientras ella prepara el vestido de novia este turro hdp ya está dudando si casarse o no ....

La verdad es que por el bien de ella espero que el tipo decida suspender todo ahora, antes de que ella sufra más bajo el mismo techo. 

Chicas, no me sorprendería que en un año si no se casa ahora, deje embarazada a otra !!! 

Estoy tan feliz de estar contando esto desde afuera !!!!!



domingo, 7 de agosto de 2011

¿Casualidades o causalidades?

Casualidades o causalidades? No puedo dejar de preguntarme qué está pasando. 
En algún lugar les conté que trabajo para la misma empresa en la que trabaja Facundo, mi ex, y que allí fue donde lo conocí. 
Hace dos semanas tuve una reunión con dos compañeras, estábamos sentadas al rededor de la PC de una de ellas, yo de espaldas al pasillo de entrada a la oficina. A la semana, una de ellas me dijo por teléfono:
-No sabía qué hacer, no te quise decir nada, pero el otro día cuando estábamos reunidas Facundo entró a la oficina. No lo viste porque estabas de espaldas, pero no puedo creer que no lo hayas escuchado. 
Me quedé helada. Siempre que iba a la empresa tenía temor de cruzármelo, pero pasaron los meses y jamás lo vi.  Él trabaja en el tercer piso y yo, cuando voy, trabajo en el segundo. Pero en algún momento iba a suceder .... 
No lo vi y tampoco lo escuché. Él estaba a menos de cinco metros de distancia y no lo escuché. 
-Es increíble que no lo hayas escuchado. Yo, que estaba al lado tuyo lo escuchaba perfectamente. Es como si te hubieses quedado sorda - me relataba mi compañera al teléfono. 
Dos o tres noches después soné que estaba con dos amigas en un edificio, pero nos desencontrábamos. Subía y baja escaleras buscándolas, corría pasillos miraba rincones, pero ellas no aparecían. Abro una puerta y ahí estaba él. Retrocedía, no lo saludaba. 
 - ¿No lo saludo?, me preguntaba mientras cerraba la puerta que nos volvía  a separar - No, lo tengo que saludar - me respondía y otra vez abría la puerta. 
Allí estaba otra vez él. Hola, le decía. Las viste a las chicas?, le preguntaba. No, no las vi. 
Bueno, me voy - y cerraba la puerta y con la puerta se cerraron también mis recuerdos de ese sueño. 
El miércoles le conté a la psicóloga del sueño, del casi encuentro en la oficina y de mi terrible sordera. 
Más allá, de las interpretaciones que se le puedan dar al caso, la realidad es que la anécdota sirvió para pensar qué hacer en caso de encontrármelo. 
- Lo saludas? - me preguntó mi psi. 
-Si, calculo que sólo le diría hola -
-¿Por qué? - me retrucó
- Porque soy educada - 
- Aha ?!! Por educación ! - 
Entendí perfectamente qué me quería decir con ese "Aha"
No se merece ni mi saludo, se saluda y se es educado con quien es cordial con uno. Él me hirió como nadie me hirió en la vida, en nombre de qué lo voy a saludar? 
Me lastimó, me humilló, me fue desleal, me dejó en la calle,  me estafó ... y yo saludo por educada?  Cuándo voy a ser fiel a lo que siento? Cuándo voy a dejar de hacer sentir al otro cómodo cuando en realidad debería sentirse mal?
Así me fui de mi sesión de análisis. Dándome cuenta que Facundo no se merece ni mi saludo. 
Tomé el subte y me fui a la empresa, tenía otra reunión. 
Dos horas después, sentada en una salita con mis jefas (una de ellas es como una amiga) Facundo pasó y nuestras miradas se mantuvieron por cinco segundos, pero yo bajé la vista antes  y ya no sé qué pasó. Supongo que él siguió caminando. 
Lloré cinco horas seguidas. Es la primera vez que le retiro el saludo a alguien. 
Lloré cinco horas seguidas, pero por primera vez, de alguna manera, le dije que lo odio. 
Mañana es su cumpleaños ! Espero que lo pase solo y triste. 
El otro día charlando con una amiga hablábamos del rencor. No soy rencorosa, algún día se me va a pasar, pero está realmente mal que hoy siga enojada después de tanto dolor?
No, tengo derecho a estarlo. 
Casualidades, causalidades? .... no importa.
Es la vida que siempre nos da la oportunidad de ser fiel a uno mismo. 

viernes, 22 de julio de 2011

¿Un príncipe desteñido se puede volver a teñir?

¿Cuántas veces escuchamos que alguien volvió con aquel había sido su primer amor? Es posible? Nada es absoluto en esta vida así que la respuesta que cualquiera de nosotras pueda dar no se puede generalizar. Esto viene a cuento de que el otro día vino una amiga a cenar y la gran noticia fue que estaba de novia con aquel novio con el que se había peleado hace cinco años atrás, con aquel que había vivido - creo que seis años-  y con el que se mató al terminar la relación. Terminaron mal como suelen terminar las parejas, pelearon por el aire acondicionado, la heladera, los adornos y las fotos.
Nunca más se volvieron a ver. Incluso ella se enamoró de otro con el que estuvo mucho tiempo, no recuerdo cuántos, pero muchos años.
Asi fué, mi amiga se separó, se volvió a enamorar, se separó y ahora está feliz con el que fue su primer amor, aquel al que le tiró el aire acondicionado por la cabeza.
En broma le dije: " Yo saco mi agenda y llamo a Ricardo" ( mi primer amor). !!Acto seguido le dije que no podía imaginármelo, que me parecía muy difícil enamorarme de aquellos por los que luché para desenamorarme.

- Tal cual,-  me contestó - Yo pensaba lo mismo, pero puede suceder. - Me dijo y le brillaban los ojitos !

Mucha suerte amiga, te deseo lo mejor para esta nueva apuesta.

domingo, 17 de julio de 2011

Desafío 1: El barrio

Creo que ya terminé la etapa de duelo y ahora viene la de los nuevos desafíos. Estoy contenta, de a poco las cosas van cerrando, pasando, sanando.
La semana pasada fue el primer reto: me fue bastante bien y como me dijo mi psicóloga, me preservé.
Aunque hice el cambio de domicilio no me modificaron en los padrones y me tocó votar en mi viejo barrio, aquel que fue testigo de la apuesta más grande de mi vida. Confieso que el tema me inquietó mucho, tenía mucho temor de volver atrás, de cruzarme con la verdulera de la esquina de la casa y entristecer, temía cruzarme a Facundo, temía verlo con alguien. Trabajé mucho para estar como estoy y no quiero que nada me desvíe del camino.
Llamé a una amiga que vive en el barrio y sin dudarlo le pedí que no me deje sola, que me acompañe a votar y allí fuimos. Ella, fuerte, hablándome de bueyes perdidos, atenta a sostenerme si decaía, pero no pasó nada: no miré hacia la calle que vivíamos, respiré hondo y disfruté el veranito invernal de ese fin de semana. Amé el barrio (el que siempre quise, el que siempre me llenó corazón), no lo odié, pude separar las cosas ! Quizás para el ballotage pueda volver sola, quizás no, quizás vaya nuevamente con mi amiga, pero de algo estoy segura: no voy a retroceder !

viernes, 1 de julio de 2011

FLASHES

Hoy una amiga me decía que en mi discurso Facundo estaba como presente, que cuando hablo de él hablo como Facundo y no como mi ex.
Interesante !
Me dijo esto aclarándome que lo hago no sólo cuando hablo con ellas que lo conocen, sino que también con gente que no lo llegó a conocer.
Doblemente interesante!
La realidad es que de alguna manera Facundo sigue presente, desde otro lugar, claro. Porque aún es una espina clavada en la planta de mi pie, una espina que trato de extirpar porque no me deja caminar con pasos seguros y firmes.
Fijensé, que hablo de una espina no de un amor perdido al que se llora por su ausencia.
Muchas veces, cuando nos separamos, decimos que no estamos arrepentidas de nada  y que si pudiésemos volver el tiempo atrás volveríamos a elegir a ese hombre.
Yo no !!
No estoy arrepentida, sé que todo lo que hice lo hice guiada por un amor que sentía genuinamente, pero si me dan la opción de volver jamás volvería a elegirlo: no aceptaría aquel café, me cruzaría a la vereda de enfrente, me taparía los ojos o ese día me metería en la cama para no tener que ir al trabajo y conocerlo. Lo esquivaría.
Me estoy "curando", para llamarlo de alguna manera y saben cómo lo estoy logrando? 
Recordando! Si, continuamente me aparecen flashes de nuestra vida en pareja. Flashes que me hacen abrir bien los ojos para confirmarme día a día que lo mejor que me pasó en la vida es que en septiembre del año pasado Facundo me haya pegado una patada en el culo.
Ya les iré contando acerca de esos flases, son interesantes para darse cuenta cómo a veces nos ponemos una venda en los ojos para ignorar lo que es evidente. 

domingo, 26 de junio de 2011

Salir a bailar con los sapos. Por Polilla


                Sábado por la noche, sale una cena con amigos de amigos de amigos de amigos. No importa el como llegamos acá, estamos y hacemos presencia. Sonreímos, charlamos y pinta la cata de vinos, la música y de repente la charla con los no tan conocidos puede ser amena. Vencimos la timidez (je eso no nos cuesta mucho) vencimos el frio, la comodidad de lo conocido, los prejuicios y salimos nuevamente al ruedo, a conocer gente nueva y yo lo quiero destacar en este blog.
                Claramente no hay nada original en mi grupo de amigas que no pueda tener otro grupo de chicas de nuestra edad, todas hemos visto desteñirse a nuestros príncipes azules. Pero si hay algo positivo para destacar de este grupo es la capacidad de reflexión y acción. Ya no nos quedamos sentadas charlando sobre nuestras desilusiones ahora hemos decidido salir a bailar con los sapos otra vez. Y claro, no somos ingenuas, sabemos que si los besamos tal vez no se conviertan en príncipes pero la pasamos bien. Nadie nos quita lo bailado. Y la vida continua, y no importa lo que paso ayer, importa el hoy.  Y no nos paralizamos en la perdida.  Principalmente nos entregamos al desconcierto que nos trae esta ciudad de corazones rotos, porque seamos sinceras chicas, ellos también han sufrido y tal vez están haciendo el mismo duelo que nosotras y tal nadie tiene la vida resuelta y anda superado por la vida. Todos somos seres humanos queriendo ser felices, queriendo amar y ser amados.
Y otra reflexión que quiero elevar, nadie es igual que ayer, la evolución o involución de las personas es dinámica y el la vida es un transcurrir en donde lo importante es no paralizamos.   Salgamos a bailar con los sapos otra vez, nadie nos quita lo bailado, si no se convierten en príncipes chicas que bien que la pasamos!!
Las quiero mucho y arriba !!!
Polilla

lunes, 13 de junio de 2011

Así rezan las mujeres (Este es un aporte de mi mamá )



 



Señor:
 Te pido SABIDURIA 
para entender a este hombre, PACIENCIA para soportarlo,BONDAD para tratarlo, AMOR para perdonarlo; 
y no te pido FUERZAS, Señor, porque si me das FUERZAS.
LO MATO
         

jueves, 9 de junio de 2011

Nada, absolutamente nada

Podría decir que los dos primeros meses tenía mis dudas respecto a Facundo. Me sorprendía tanto amor de su parte y como lo estaba conociendo probablemente también lo media, no sabía si confiar en lo que me decía. Además, confieso que unos meses antes había cortado con una tranza estable - para definir de alguna manera aquella anterior relación - y aún parte de mi cabeza estaba en el pasado. La cuestión es que Facundo percibía esa distancia y una vez, en un restaurante de La Boca, me preguntó: 

- ¿Por qué no confías en mi amor? Tanto daño te hicieron para que te cueste entregarte a una nueva relación? 

Dejé que crea que esos eran lo motivos y lo seguí midiendo. Hasta que un día me di cuenta que ya estaba enamorada y dije basta a la represión. Me entregué como se entrega una imagen a un espejo. 

Si recuerdan en otro post les conté lo bondadoso que parecía, esos primeros meses me hizo sentir la mala de la película. La chica que no amaba al pobre chico loco de amor, exacto loco de amor! Hoy me doy cuenta que mi instinto no falló y mi psicóloga me lo recuerda continuamente: "Aunque decidiste confiar y apostante a esa relación - no podías hacer otra cosa porque te estaban ofreciendo el cielo y las estrellas- no te olvides que tanto amor de golpe te parecía raro.  

Mafangulo !!!! Nadie, nadie en la vida me lastimó y me hizo sentir tan desdichada como lo hiciste vos.

Promesas de amor, regalos especiales, flores, viajes, presentaciones familiares, casamiento, hijos para el futuro: fueron actos de amor o perversidad? 

Nada, hasta hoy nadie me había hecho absolutamente nada !






domingo, 5 de junio de 2011

Amor sólido en tiempos líquidos

Artículo publicado en La Revista, La Nación
5 de junio de 2010


Por Sergio Sinay

Leí en Amor líquido, de Zygmunt Bauman, que las "relaciones de bolsillo" son usadas cuando se las requiere para un determinado propósito. ¿Nuestra sociedad líquida nos lleva a querer relacionarnos sin soportar el peso de los vínculos? Vivimos en una sociedad que continuamente cambia, ¿estas relaciones frágiles y sin consistencia en gran medida son posibles por el fenómeno Facebook? MartIn Ruy Molina, 18 años, Buenos Aires ¿Puede una persona desaparecer, no desear más el contacto con otra, sin dar explicación alguna y dejando un tendal de interrogantes para el otro? ¿Es factible una relación con alguien que de repente se aleja, sin dar razones? ¿Cómo tener pautas para no relacionarse con quienes con su indiferencia pueden causar mucho daño?

Mercedes Araujo La sombra de la fugacidad y de la precariedad afectiva tiñe las inquietudes de nuestros amigos Mercedes y Martín. Ambas miradas confluyen en un mismo diagnóstico: como alguna vez dijo Karl Marx (en otro contexto), todo lo sólido se disuelve en el aire. Cuando vivimos utilitariamente todo debe servir para algo y ser conveniente, incluso un vínculo humano. No es tierra fértil para el amor. El amor, dice el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, a quien nombra Martín, anhela conservar al amado, extenderse hacia él; es un impulso centrífugo, diferente del mero deseo, que al ser centrípeto toma y atrae hacia sí. El amor busca en el otro al sujeto; el deseo, en cambio, hace del sujeto un objeto. El amor procura conocer al otro, ahondar en su misterio; el deseo, una vez consumido lo deseado, necesita renacer con otro objeto.
Vivimos una era de deseos fugaces, estimulados intensa y artificialmente. Los vínculos que se consolidan necesitan tiempo. Dos sujetos, al fundar un vínculo, honrarlo y arraigarlo, crean un "tercer cuerpo", como explica con belleza la terapeuta junguiana Connie Zweig en Vivir con la sombra (escrito en colaboración con Steve Wolf). Ese es el cuerpo de la pareja, que necesita de la concurrencia e integración de quienes se aman. Aquí cuerpo no alude sólo a lo físico, sino a la totalidad del individuo. Son dos personas que se arriesgan a descubrir cada una en compañía de la otra los aspectos más recónditos de su propio ser. Eso requiere tiempo, decepciones, comprensión, creatividad, presencia, compromiso. Toda relación verdadera es una construcción, hechos, acciones, conductas. Si veo al otro en términos de conveniencia, como un objeto que satisface mi deseo (no sólo sexual, también el de ahuyentar la soledad o mostrarme ante los otros), no hay construcción posible. Es inútil creer que la ilusión de uno puede enmendar la manipulación del otro. Muchas veces el sufrimiento no sólo se origina en la perversión del manipulador, sino en la ceguera del manipulado, que insiste en ver lo que no hay.
Amar, creo, es descubrir y honrar la singularidad de la otra persona, preocuparse por los sentimientos de ella como lo hacemos con los propios; es confiar en que existe en mí algo digno de ser amado, como lo hay en la otra persona, y que ambos nos lo descubriremos y ofreceremos.
Por supuesto, el amor no puede inventarse y nadie está obligado a amar a otro. No elegimos amar a alguien. Pero estamos obligados a respetarlo. Desaparecer sin explicaciones de una vida en la que se ha entrado equivale a tratar al otro como objeto. Y muchas de las relaciones del mundo virtual e informático van en esa dirección. Se basan en falsas identidades, en falsear lo que uno en realidad es, en ofrecer lo que no se tiene, en rapiñar y desaparecer valiéndose del anonimato de un medio ideal para los vampiros vinculares. Se basan, también, en espiar vidas ajenas, en espiar a quien se dice amar y, por fin, en borrar a quien ya no conviene seguir vinculado. Se hace normal tratar al otro como objeto, se lo deshumaniza. Con todo, los fenómenos como Facebook no crean estas situaciones, sino que las evidencian. El todo vale afectivo comienza con el vale todo como modelo de vida, cuando en el festín consumista del usar, tirar e ir por más, de vivir con velocidad y sin sentido, entra también el prójimo como un bien de consumo.
Considerar a otra persona con respeto, tratarla como el sujeto que es (y no como un objeto o un medio), amar de cuerpo presente, con acciones reales, no es algo que convenga o no convenga, no tiene fines ni utilidad. Simplemente confirma nuestra humanidad. En términos de sentimientos y valores, hace sólido lo líquido. Hace permanente lo fugaz.

sábado, 4 de junio de 2011

Capítulo 3: Todo sigue igual - Por Victoria -



Todo parece haber vuelto a la normalidad. Mi vida parece ser esa misma que era entes de conocerlo. Mi casa es más linda desde que no la uso solamente para esconderme de su ausencia. Esa extraña sensación de injusticia al ver que el mundo no se paraba al mismo tiempo que mi corazón, ya no está. Hoy disfruto que la vida siga, celebro que mis vecinos octogenarios paseen de la mano, ya no se me escapan lágrimas de envidia al verlos. Mi barrio está igual. La parejita de hippies que vende libros en la estación de Haedo sigue dándose besos cada cinco minutos, y ya no los evito. La señora que vive en la esquina de mi casa sigue saliendo en bata a despedir a su esposo con un beso cada mañana. La señora del kiosco sigue vendiéndome chocolates cada sábado, y ya no me pregunta por mi novio, me pregunta por mi perra o hablamos de lo lindo que está el día para comer algo rico. El chico que vende diarios sigue pareciéndome hermoso, la china que atiende el supermercado sigue pasando los productos por la caja y tirándomelos en la bolsa como si fuesen granadas de mano, todos los días me digo a mí misma que esta vez le voy a decir algo, y cuando termino de decirlo ya estoy camino a mi casa. A esa casa que ya no tiene recuerdos de ÉL, porque me encargué de esconder el mate que me regaló, guardé en una caja todos los souvenirs de viajes y vacaciones, ya no me pongo el perfume que a él le gusta porque el olfato es un evocador de recuerdos lacrimógeno al que no quiero provocar nunca más. Ya no uso la misma ropa con la que él me conoció, sin darme cuenta fui guardando todo en rincones de mi placard, como si al no ver la campera que me cubría cuando él me abrazaba, desapareciesen las ganas de llamarlo. Me compré bufanditas nuevas, y opté por encerrar en una bolsa todas esas que iban y venían a su casa, esas mismas que yo dejaba a propósito, tal vez para que él tenga algo mío, o para que su casa tuviese una parte de mí, o tan solo para tener un motivo para volver algún día. No tan en el fondo algo me decía que cada vez que lo visitaba, esa podría ser la última vez, entonces me encargaba de dejar huellas que solamente yo vería como tales. Ya no acudo a los deliverys de comida que solían salvarme cuando él me visitaba, recurro a otros que no me recuerden noches en las que creía que esta vez sí estaban funcionando las cosas con él. En mi heladera ya no habitan sus gustos, ni los que teníamos en común tampoco. Porque tomarme un licor de melón con energizante tiene gusto a la mujer que yo era cuando estaba él, y me va a gustar toda la vida, pero me da nostalgia y en esta etapa en la que el mundo debe seguir girando no debo tener sabores de un pasado que ya no va a volver.
En esto de asumir que todavía lo quiero, pero que ya no lo necesito hay veces que lo cotidiano me traiciona, y me encuentro escuchando canciones que él bajó por mí en la computadora, y me enternezco descubriendo que sin preguntarme nada sabía cuáles eran mis gustos, entonces acepto que con todas las cosas malas que teníamos, él me escuchaba.
Salir a la calle es un buen ejercicio, es liberador, encerrarse a convertirse en capullo no es positivo si se convierte en un escondite de la realidad. Entonces salgo, camino, trabajo, vivo, viajo y en los días donde menos pienso en él alguien con su perfume pasa por mi lado. Pero ya no creo que sea una señal. La etapa en la que jugaba con mi cerebro haciendo pruebas insensatas como sí pasaba un auto con las iniciales de su nombre en la patente eso significaba algo, algún designio, algún indicio, algún mensaje del universo, esa etapa debería haberse superado en terapia. Entonces me cruzo con médicos que ya no me duele ver, entonces ya no lo busco en lugares en donde sé que no va a estar, entonces ya no le mando mails. Ya no me despierto pensando en él, ni me desvelo imaginando qué será de sus huesos.
Este espacio me sirve para saber que no me pasa solo a mí, que a todas nos duele, y que sin embargo seguimos, porque hay algo más, o no, no lo sé. Existen grandes posibilidades de que me convierta en Luisa Kuliok y asuma el miedo a envejecer pensando en él. No lo sé. Y eso es lo bueno de no saber. Porque mañana mi barrio va a seguir igual, la vecina de la esquina va a seguir saliendo en bata a despedir con un beso a su esposo el ingeniero, la china del super va a seguir arrojándome los productos en la bolsa, la señora del kiosco va a seguir vendiéndome chocolates salvadores y ya no me va a preguntar por él. El muchacho que vende diarios me va a seguir pareciendo hermoso, los viejitos de la vuelta de casa van a seguir amándose hasta que la muerte los separe y después también. Los hippies que venden libros en la estación de Haedo van a seguir mostrándose ternura en casa beso, sin notar que hubo días donde los envidié, otros en que los odié, y que hoy los admiro, porque seguramente algo harán en el día a día para seguir juntos, besándose como si fuese la primera vez. Y pienso que tal vez de eso se trate, ya no sé si es amor solo amor lo que se necesita, estoy convencida que gran parte de construir algo juntos es esa capacidad de quedarse junto a la otra persona en las buenas y en las malas, asumiendo que la vida sin ese otro no es tan linda.

sábado, 28 de mayo de 2011

YO

Hoy creo que volví a ser Yo, si con mayúscula. No hice nada, estuve casa, pero saben ? Todo el día tuve una exitante sensación de felicidad. Me pregunto cuánto me está ayudando este espacio en el que les voy contando mi historia. 
La primera pelea que tuve con Facundo fue quizás una pavada, pero en el momento me resultó tan dolorosa que sumado a todo lo demás que vino con el tiempo me fui convirtiendo en lo que no soy. 
Fue una noche cuando llegó de trabajar. Yo estaba en la cocina preparando la cena y de fondo escuchaba música. Entró me dio un beso y no me acuerdo que se puso a hacer, pero tenía una cara de culo que se le caía. 
-Te pasa algo?
- No, por?
- Pregunto ...
Seguí cocinando. Al ratito se metió al baño y escuché la ducha. Me pareció raro que no me diga que se iba a bañar (Ojo, no por que tenga que avisarme, pero vieron cuando vivís con alguien por lo general lo decís a modo de comentario ). En fin, salió de la ducha, pero evidentemente ni el agua caliente ayudó a que se le oxigene el cerebro. La cara de culo era cada vez peor. Yo pensaba: "no le hice nada, acaba de llegar, no me voy a hacer cargo si tuvo un mal día o algún problema en el trabajo". La verdad es que yo había tenido un buen día y preparaba la cena de buen humor, pero logró inquietarme y otra vez ...

- Qué te pasa?
- Nada, te dije que nada. 
-Facundo, no me jodas. Tu cara te delata
- Está bien. Lo que pasa es que no me gusta estar escuchando música todo el rato.

La mierda pensé yo, por semejante pavada me había bancado su malestar? Agarré y la apagué, pero  nunca más pude escuchar música tranquilamente, salvo cuando él no estaba. 
Al otro día se dio cuenta de que había exagerado y me pidió disculpas, pero el daño ya estaba hecho, no lo culpo, fui yo la idiota. 
Sólo escuchaba lo que sabía que a él le podía llegar a gustar, bajito y cada tanto. Cuando empecé a darme cuenta que estaba haciendo las cosas mal, intenté liberarme y poner un cd cuando quisiese (tampoco soy una mina que está todo el día con la música puesta). Supongo que recordando aquella primera discusión nunca más me pidió que saque la música, pero saben qué hacía? Se ponía el MP3 y escuchaba otra cosa. Muy antipático, no?
Más dolida estaba, odiaba sentir que lo que a mi me gustaba no era tolerable para él. No pedía que le guste, pero ... bueno, cuántas veces hacemos por el otro cosa que no nos gustan. 
En fin, lejos quedaron aquellas mañanas de sábado en las que ponía música y entre cantos y alaridos limpiaba mi casa de soltera.  Era, una buena receta para hacer las tareas domésticas que tanto me aburren. 

Hoy, otra vez en mi departamento de soltera escuché música todo el día. Empecé con Sabina, seguí con Michel Camilo y Tomatito, Bebo & Cigala, U2, Divididos y hasta Los Piojos !! 

Hoy estoy feliz, hacía mucho que no disfrutaba tanto de la soledad !!


jueves, 26 de mayo de 2011

LA DOBLE MORAL DE FACUNDO

El día que mi hermano conoció a Facundo me dijo: "Cuidá a este flaco porque te juro que te rompo el alma". Al flaco lo cuidé, se pudrió todo y mi hermano no me rompió el alma.
Cuento esto porque Facundo fue una trampa en la que caímos todos, incluida mi familia. Mi vieja fantaseaba con los nietos, mi hermano nos visitaba más que nunca y mi abuelo había encontrado en él un interlocutor atento para contarle sus anécdotas de juventud.
Me acuerdo que cuando lo empecé a conocer me sentía la persona más mala del mundo y no porque lo fuese, pero Facundo se mostraba tan bondadoso, tan generoso y de tan puros pensamientos que cualquiera podía ser un bicho al lado de él. No exagero, hasta le giraba dinero a un pobre chico del África.
Cuando empecé a sentir su distancia no quise hablar del tema con nadie porque tenía esperanzas de que las cosas vuelvan a estar en su lugar e imaginaba que si le contaba a mi familia iba a estropearse el buen vínculo que había entre ellos. Pero no aguanté más, era demasiado para mi y mis semanales sesiones con la psicóloga, entonces me abrí y empecé a contarle a mi vieja las cosas que estaban pasando. Sentí alivio, sabía que existía la posibilidad de una separación y necesitaba del apoyo incondicional de los míos. Ella trataba de aconsejarme y de relajarme, pero las cosas entre los dos empeoraban.
Efectivamente, cuando llegó ese final entre tostadas y café con leche (relatado en La Mudanza) mi vieja no lo dudó: "Nos engaño vilmente a todos. Facundo es mal tipo y tiene lo peor que puede tener un ser humano: doble moral". Me acuerdo que al principio se lo discutía, no podía pensar que me había cagado, lo justificaba, lo sostenía con uñas y dientes. Al tiempo, le dije: "Mamá puede ser que conmigo haya sido mal tipo, pero la gente lo adora, sus amigos, sus compañeros de trabajo. Todo el mundo lo ama, quizás es buen amigo y mala pareja" ( Al tiempo también supe que sus compañeros de trabajo no lo adoraban tanto como creía, ellos lo consideran como una persona con la que hay que tener cuidado y estoy hablando de adultos)
Mi mamá me contestó: "No, no se es bueno en algunos aspectos y malo en otros. Uno es buena o mala persona y él es mala persona, lo que pasa es que confundís bondad con moral cristiana".
Esas palabras quedaron en mi mente y creo que nunca se van a borrar ! Moral Cristiana, que peligrosa !! Tanto daño se hizo en la historia de la humanidad en nombre de la Moral Cristiana !
Ojo, esto no tiene que ver con creer o no creer en Dios, respeto a todas las religiones y credos, pero Facundo era el primero en ocupar el banco de la iglesia para después volver a casa y humillarme con su rechazo y su indiferencia.
Cuando conocí a su familia, me di cuenta que él estaba comenzando a reproducir en nuestra "familia" la forma de vivir de la suya: una esposa sufrida que se pasaba el tiempo rezando un Rosario y pidiendo que esa noche su marido no duerma con la amante, pero claro, el domingo los dos iban  muy alegres del brazo a misa.
A veces, pienso que las cosas con Facundo no funcionaron por tres razones (acá sólo diré dos, porque quiero reservar la tercera para otro post): porque él tiene la líbido corta sin poder sostener una relación y porque yo me resistía a ser esa mujer sumisa que no mostraba desacuerdos, que no pedía atención y que aceptaba las cosas porque Dios lo quiso así.

Elige tu propia aventura, por M


Nunca lo conocí como príncipe azul, ya estaba desteñido desde antes. Eramos enemigos íntimos entre tantos amigos del Parque Chacabuco.

Me parecía soberbio, imbécil, peyorativo hacia el resto de la humanidad y más si trabajábamos en relación de dependencia.

Tenía que hacerle la gamba a Vir, que estaba muerta de amor por el mejor amigo de él, Nacho. Nos enteramos que tocaba Spinetta gratis en Quilmes y partimos del parque hacia allá. Sandro dijo que iba y marchamos. Lo padecí durante todo el viaje, contestándole a toda idiotez que decía, pero a su vez fui amable para no sabotearle la salida a Vir ni a Nacho.

A Spinetta nunca lo encontramos, así que fuimos a Carrefour en búsqueda de un licor para enfrentar el frío del río.
El tiempo pasaba y en una jugada maestra como sufrida, le dije: Sandro ¿me acompañás a buscar un baño en alguno de estos bares? Comenzamos a caminar, Sandro casi sin hablarme me pregunta “¿por qué no le dijiste a Vir? A lo que le respondí: "Si sos tan inteligente sabrás que te lo pedí a vos porque quería dejarla sola con Nacho. Me extraña tu carencia de percepción". Queriendo citar a los Simpsons, como cualquier evangelista a su biblia, le dije "bueno cerebro..." . A lo que me respondió "Tu no me agradas, yo no te agrado...."
"Te gustan los Simpsons?", le pregunté. "Los amo", contestó y nos pasamos hablando, entre búsqueda de un baño, de cada programa que nos había atrapado. Bueno, tan boludo no es. Luego le repregunté qué música me gustaba, los dos escuchábamos Iggy, habíamos estado en el mismo recital y de repente el pelotudo era un genio.
Encontramos el baño, me invita a sentarme en el bar a tomar algo, de golpe saca un ajedrez diminuto y me dice: te juego un chezz.
No podía creerlo, era un loco o era la persona más sorprendente del planeta tierra. Caí en la segunda falacia, como Elige tu propia aventura, sin sobredimensiona a la persona, pase a la página 72. Luego de aquel bar, de haberle ganado al ajedrez, fuimos al río y nos besamos. Fue muy raro. 
Volvimos en busca de Vir y Nacho, quienes seguían ahí sin que pasara nada. Levantamos campamento y nos fuimos.
Así empezó nuestra historia, nunca iríamos a admitir públicamente la palabra noviazgo, ni ningún tipo de relación que para él ocasionara términos de snobismo. Fue el hombre más divertido, nos reíamos, nos amábamos sin decirnos nada. Al día de hoy fue el único tipo con el que mantuvimos los códigos de no hablarnos a la mañana porque nos levantábamos de mal humor, de abrazarnos profundamente y quedarnos dormidos de hablar de carencias como compartir la abundancia.
Luego conocí a su vieja, me amaba, él conoció a mis viejos, lo detestaban. Y así transitamos más de una década entre el parque y nuestras casas.
En el camino hicimos espectáculo de malabares y swing juntos, semáforos, con eso sustentábamos las salidas. Consiguió una moto, se hizo mensajero. No era color de rosas pero una charla con él me hacía no ver las infidelidades y su problema con las drogas. Era de esos tipos con el que podía estar horas charlando, viendo una peli, haciendo el amor o saliendo, me era lo mismo: él estaba y sin que dijera nada o hablando con su grandilocuencia habitual, me conocía.
Un día, le diagnosticaron bipolaridad aguda, volvamos, no era la página 72 la que tendría que haber elegido, era un loco declarado, tendría que haber elegido la página 20!
Prometí bancarlo, entre tantas idas y vueltas, pasó su primer internación con éxito, luego vino todo lo demás: el abandono de la medicación, la ira, el no poder ayudarlo. Volvió la segunda internación, y yo ahí, su mejor enfermera. A la tercera no llegué, en un brote se desquitó. Por primera vez de pedirle a mi psicóloga consejos sobre cómo acompañarlo hablé de mí. 
Luego llegó el fin. Ya estaba todo desteñido, ojalá hubiese sido sólo el príncipe, ya a esa altura era mi compañero, mi todo. Si bien hacía años que había dejado de ser mujer, era peor que esa lealtad peronista que me prometió no abandonarlo. Me desteñí y caí yo, pero lo pude superar y me alejé.
Volví a hacer mi vida, sin dejar de escuchar de sus llamadas a las 3, 9 , 11 de la mañana. Hablando, puteando, recordando. Luego dejó de llamar, hasta otra internación en la que sólo auspicié de su mejor amiga o conocida.
No es una historia triste, fue una gran historia. Lo más cómico fueron todas las citas que sucedieron después, al no tener tanta cancha y parecerme todos tan pelotudos o todos tan geniales tuve: una cita con uno de pulover a rombos bancario; otro que aparecía en cada salida con una moto distinta; otro licenciado en marketing que me comentó que el negro y el marrón no combinan; otro separado que en cada cita no dejaba de mencionar a su ex y de lo distinta que era yo; otro que me partió la cabeza, pero que no podía verme porque no se bancaba su estado de gataflorismo por sentirse abrazado y besado (sic).. en fin, en cada uno que volvió pienso.. “Sandro se mataría de la risa”.
La última transmisión de Sandro fue que había cambiado el celular, que lo agendara, y la última transmisión de Vir, aquella amiga enamorada de Nacho, fue su invitación al casamiento con un chico que era compañero de teatro para chicos.
Moraleja: Entre tantas historias está esa esperanza, no se si en el príncipe azul declarado, pero sí en el repensar que por algo no fueron las cosas.

lunes, 23 de mayo de 2011

Atención a las señales

Una vez mi ex volvió a casa de una reunión con sus amigos y me contó una charla que tuvo con uno de ellos.

Facundo: Lo bueno de tener una relación estable es que te podés tirar pedos adelante de ella sin problemas.


Ese día me di cuenta que se estaban cagando en mi.

domingo, 22 de mayo de 2011

Capítulo 2: Dr G por Victoria

El primer mes de relación fue soñado. Los días de ese Enero transcurrieron en otro mundo.
No es necesario hacer demasiados esfuerzos para ganar el corazón de una persona carente de afecto y esto el Dr. G lo sabía y lo aplicaba en cada detalle. Hablábamos de todo, compartíamos todo el tiempo que podíamos juntos y él se encargaba de apurarse en todo. Me asustaba oír de su boca frases incomprensibles como que quería hijos conmigo, lo divertido que sería contarles a nuestros nietos la historia de cómo nos habíamos conocido. Era un hombre aparentemente enamorado y no lo ocultaba. A mí me costaba soltarme del todo, creerle, ya que no es sencillo discernir si es real o no cuando las cosas marchan tan pero tan bien.
Con el correr de los días de ese verano logré enamorarme completamente de él. Y cuanto más le demostraba mi amor, más lejos lo sentía. Él estaba pasando por un momento difícil ya que su ex novia, quien lo había maltratado mucho, según él, se casaba con otro. Y si bien él no quería ocupar un lugar en su vida, hubieron algunos meses en donde los fantasmas de esta mujer (palabra que él utilizó) lo atormentaban. Decidí ser paciente, entenderlo, apoyarlo en un momento difícil ya que ese hombre al que yo quería cuidar para siempre, había sufrido mucho, y creí que era tiempo de AGUANTAR algunas cosas, por el bien de ambos. Entonces había momentos en donde no podíamos tener relaciones sexuales porque su mente estaba en otro lado. No fueron muchas veces, pero creí que parte de querer a alguien era también ayudar a combatir sus demonios pasados. ESE FUE MI PRIMER ERROR.
Los días pasaban y él había cambiado mucho, el trabajo lo agobiaba, no tenía deseos de estar con nadie y me contaba que solamente yo lograba llamarle la atención en todo ese mundo de cosas feas que lo rodeaban. Las salidas se reducían a que yo lo visitaba en su casa los sábados (porque en la semana estaba muy complicado de tiempo) y realmente yo lo hacía con gusto, yo amaba a ese hombre que tanto había sufrido, aunque nunca llegó a contarme puntualmente qué era lo que le habían hecho para transformarlo en alguien así. Todos los sábados durante muchos meses yo iba a su casa, feliz, porque creía que en algún momento el malestar en su vida iba a pasar y por esas certezas baratas que tenemos las mujeres de creer que un hombre puede cambiar y que solo necesita amor, etc., tomé el mando de esa batalla y me dispuse a vencer sus demonios.
Nunca necesité grandes escenarios para estar cómoda con él, tenemos gustos muy parecidos y yo soy una persona sencilla, con lo cual el plan de ver una película en su casa todos los sábados para mí era tiempo valioso al lado del hombre querido. Esa teoría no me duró demasiado tiempo, y empecé a pasar facturas cuando creí que tenía el derecho a hacerlo.
Traté de entenderlo en todo, traté de amoldarme cuando surgió un nuevo fantasma “no le gustaba que lo toquen”. Con lo cual el contacto físico se reducía a mimos cuando el tenía disponibilidad, y sexo cuando terminaba cada película que veíamos en su proyector cada sábado. Durante la semana yo hacía el esfuerzo de seguir siendo una persona que no era, y me amoldaba a sus ganas. Los días en los que estaba de humor había mensajes y mails muy lindos que siempre voy a recordar. No había llamados, no sé por qué pero era una condición más para estar a su lado, no romperle demasiado las pelotas.
Yo no dudaba de su fidelidad, lo peor de todo es que tengo la seguridad de que mientras estuvo conmigo jamás pensó en estar con otra persona. Digo que es lo peor de todo, porque con el tiempo me di cuenta que este hombre es ASI sin muchas más explicaciones, no había terceras en discordia, el ERA ASI.
Para resumir más de dos años de esta historia puedo decir que jamás me saludó para mis cumpleaños, que en cada uno de sus cumpleaños siempre hubo algo que hice mal y merecí su desprecio. Como querer verlo ese día, o querer acercarle un regalo, para él era “romperle las pelotas” porque para él era un día mas.
En los dos viajes que hicimos juntos volvimos peleados. En el primero, se le ocurrió volver a enamorarse perdidamente de mí en La Paloma, Uruguay, y hablaba de hijos y de nietos, pero en el viaje de vuelta se le ocurrió inventar que yo lo había hecho seguir con un investigador privado. Todas estas conjeturas las sacó oyendo que por teléfono yo dije la palabra FOTO conversando con un compañero de trabajo. En el segundo viaje, que propuse yo, estuvo completamente ausente, pasaba las noches despierto jugando con si celular de última generación mientras a mi me vencía el sueño, y ya no me daba el cuerpo para hacerle compañía en su raro entretenimiento. Llore a escondidas todos los días que duró el viaje, y entendí que ese hombre nunca estuvo ni estará conmigo cuando desayunando juntos me preguntó porqué no retomaba mis estudios universitarios, y le conté que no me alcanzaba la plata, ya que trabajando todo el día y manteniendo mi casa más la materna me era imposible, entonces me dijo que no me preocupe, que yo era brillante y que cuando conociese al hombre indicado, ese hombre me iba a ayudar y yo podría volver a estudiar.
Mentiría si dijese que el me hizo algo que yo no estaba dispuesta a permitir o si lo condenase como una mala persona. Muchas veces fui hiriente con él, cuando ya no soportaba tanto desprecio me enojaba y le mandaba mails con palabras hirientes. Entonces se enojaba y me ignoraba por varios meses. Mientras yo me dedicaba a recuperarlo, a pedirle perdón por haber desobedecido o por haber reaccionado mal. Siempre volvía, siempre volvíamos.
La culpa de haber tenido una reacción furiosa ante sus incesantes humillaciones, no me permitía ver que nos estábamos haciendo demasiado mal. Me culpaba y me convertía una vez mas en alguien sumiso, en una mujer sin voluntad, y volvía al circulo vicioso de esperar sus mensajes, sus días disponibles, sus ganas de tener relaciones, soportaba que me deje plantada 10 minutos antes de la hora programada, permití que haga de mi lo que le plazca.
Yo tenía todas los indicios de que este hombre no me amaba, pero así y todo, me aferré a la nada misma y me convencí de que yo iba a recuperar al hombre tierno, amoroso y normal que había conocido una vez, y que tan sólo con mirarme me hacia feliz.
Hace un par de meses volvió. Volvió asumiendo que me usó, que me hizo mucho mal, y prometiendo que si yo no volvía a enojarme con él y a decirle cosas feas, el podría intentarlo de nuevo.
Es muy difícil comer mierda sin que te quede un gusto feo en la boca, con lo cual ante los primeros indicios de que este hombre pretendía que yo vaya de madrugada a su casa a ser su geisha, mi cabeza dijo basta y nos separamos una vez más.
El me dice que yo lo obligo a ser un hijo de puta y que necesito sufrir para reorientarme, que tal vez en algunos años yo pueda estar bien, pero que por el momento no queda nada entre nosotros. Se encargó de contarme que está conociendo a alguien, que según él lo trata como corresponde y que no me quiere, que me odia, que desea con todas sus fuerzas que yo desaparezca de esta tierra.
Pasé por muchísimas cosas con y por él. Las consecuencias fueron tres sesiones semanales de terapia. Para tratar de entender por qué me someto a hombres maltratadores. Por qué no puedo hacer lo que haría una mujer normal y que se quiera y se cuide y huir ante el primer síntoma de maltrato.

Hoy paso mis días rodeada del amor incondicional que me da “Lupita”, mi perrita de cinco meses, y sueño con conocer a un hombre bueno y que me quiera. Sé que cometí muchos errores con Gabriel, y el mayor de ellos fue hacer oídos sordos al primer indicio de que este hombre tenia serios problemas. La primera vez que tuvimos relaciones sexuales, a una semana de haberme hecho un aborto, como ya lo he contado en el capitulo anterior, terminamos de hacer el amor y me dijo “ vos sos medio milanesas con papas fritas no?” Tal vez mi falta de hazañas sexuales en el primer encuentro lo llevaron a convencerse de que yo realmente era un pedazo de carne, al que había que comer o tirar. Y eso es lo que hizo. Y eso es lo que yo permití que haga.

El no es una mala persona, y si bien conmigo fue un verdadero hijo de puta, deseo que este donde este solo le pasen cosas buenas y sus días se pueblen solo de sonrisas. Le pido a Dios que lo ayude y que a mi no me desampare.
Puedo ser una milanesa con papas fritas, pero al menos hoy elijo quien me come y quien no. Antes no podía. Hoy sí.

A veces el final feliz sos vos sola, juntando los pedazos y empezando de nuevo.


sábado, 21 de mayo de 2011

¿Qué desea una mujer de un hombre?


A los 16 años

1. Que sea lindo.
2. Que tenga auto (o moto).
3. Que le importe.

A los 21 años

1. Buen mozo.
2. Encantador y educado.
3. Financieramente exitoso.
4. Dulce y comprensivo.
5. Inteligente.
6. Atlético.
7. Que vista con estilo.
8. Que aprecie las mejores cosas de la vida.
9. Lleno de sorpresas.
10. Que sea un amante imaginativo y romántico.

A los 32 años

1. Que se vea decente, preferentemente con pelo.
2. Que me abra la puerta del auto, y sostenga la silla para que me siente.
3. Que tenga suficiente dinero para una linda cena.
4. Que se ría de mis chistes.
5. Que me cargue las bolsas de verduras.
6. Que tenga al menos un traje.
7. Que aprecie una buena comida casera.
8. Que recuerde los cumpleaños y aniversarios.
9. Que quiera hacer el amor al menos una vez por semana.
10. Que se bañe.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Con la luz bien apagada.



Sus hijas, de 13 y 17 años, dormían en la habitación de al lado. Por por primera vez después de 20 años de casada, ella, con una caricia de su mano fría, temblorosa e insegura lo buscó.

Fue una noche cualquiera en la intimidad de su cuarto, a él, su marido ... su hombre?! En fin, a él que le robó su brillante (así llamaba su abuela a la vagina).
Él su amor, su esposo, su gordito le dijo: "¿Qué te pasa, sos puta?
Ahí nomás, en ese mismo instante sus sueños de mujer, su castillito interno se derrumbó sintiéndose completamente anulada, destrozada y aniquilada. Por él, por su marido, por su amor, por su gordito.
Como un relámpago incontrolable las palabras oscuras de su madre invadieron sus pensamientos: "Vos, hija, sólo abrite de piernas, nada de caricias y mucho menos gemidos. Vos, nada, quietita y con la luz bien apagada".

Gracias Celina por la historia.

Que los ruidos te perforen los dientes...


Que los ruidos te perforen los dientes, 
como una lima de dentista,

y la memoria se te llene de herrumbre,
de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros,
una pata de araña;
que sólo puedas alimentarte de barajas usadas
y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,
al espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle,
hasta los faroles te corran a patadas;
que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarte
ante los tachos de basura
y que todos los habitantes de la ciudad te confundan con un madero.
Que cuando quieras decir: "Mi amor",
digas: "Pescado frito";
que tus manos intenten estrangularte a cada rato,
y que en vez de tirar el cigarrillo,
seas tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones;
que al acostarse junto a ti,
se metamorfosee en sanguijuela,
y que después de parir un cuervo,
alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
para que los espejos, al mirarte,
se suiciden de repugnancia;
que tu único entretenimiento consista en instalarte
en la sala de espera de los dentistas,
disfrazado de cocodrilo,
y que te enamores, tan locamente,
de una caja de hierro,
que no puedas dejar, ni por un solo instante,
de lamerle la cerradura.


Oliverio Girondo


martes, 17 de mayo de 2011

Con polilla no se jode !

Acá nos llegó otra historia. Como no tenía título me tomé el atrevimiento de inventarlo.  Gracias Polilla por esa adrenalina y ese coraje.  






Se podría decir que soy una mina de decisiones rápidas, impulsiva, jugada, intensa, …

Si la vida fuera un bingo yo ya hubiera completado todos los porotos del cartón. Yo!!! Grita mi alma cuando algo me gusta y allá voy!
En el caso de mi primer amor fue diferente, fui yo la que fue elegida, andaba por la vida desprevenida y tranquila cuando el príncipe se acercó. Al principio, no le daba mucho crédito, digamos que me dejé llevar por las circunstancias, si me llamaba yo lo llamaba y si quería verme decía sencillamente que sí. Cero ansiedad, cero.
Claro! no sabía lo que era el amor, ese elixir adictivo que a veces se puede volver amargo.
Él era un chico muy interesante, a sus 22 años ya había viajado por varios países y tenía una visión interesante de las cosas y de la vida. Su familia bien posicionada económicamente había invertido muy bien en su educación.
Las cosas entre nosotros se fueron dando bastante bien, salíamos mucho a pasear, nos divertíamos muchísimo y a pesar de estudiar en distintas facultades, también compartíamos algunas tardes de estudio. Por supuesto con él fue mi primera vez y la química era perfecta. A la distancia el recuerdo sería cada vez más lindo si no fuera por como terminó.
Cuando estábamos por cumplir el segundo año de novios, lo empecé a notar un tanto diferente, algunas veces lo veía preocupado, algunos viernes se sentía mal y no quería salir. Sus reuniones con la gente de su facultad se habían hecho más frecuentes y yo percibía algo raro y estaba un poco celosa de una de sus compañeras de facultad.
Más que intuición femenina, creo que fueron visionarios cuernos inalámbricos! jajaja   Una tarde mientras hacía tiempo en la facultad para entrar a una clase pensé…esta duda que me carcome puede ser descifrada hoy mismo!
Tomé un taxi y me fui a la puerta de la sede de su facultad donde yo sabía que el cursaba ese día. Me paré atrás de un teléfono público y espere una media hora.
Al rato lo comprobé, él venía caminando de la mano con ella, su compañera de facultad que tanto frecuentaba.
Salí de atrás del teléfono y ellos me miraron sorprendidos. Ella se puso pálida y entró al edificio de la facultad. Él me dijo fríamente Qué haces acá?  y yo le respondí que quería hablar. Llego tarde a estadística me contestó y se metió al edificio dejándome ahí. Paradita en la vereda, llena de impotencia, dolor, desolación, angustia, tristeza y……….resentimiento!!
Me fui caminando unas cuadras y vi su auto estacionado al pocos metros de una ferretería. El dolor, la impotencia y la locura me habían cegado. Entré al local y el vendedor amablemente me preguntó qué necesitaba. Una lata chica de pintura sintética negra le conteste. El hombre  rápidamente me la trae y le pido si me ayuda a entreabrir la tapa. Le pago y me voy.
Me latía el corazón, se me caían las lágrimas, me temblaba el pulso.
El mundo desapareció,  sólo estaba yo con la lata en la mano, mis sentimientos destrozados, y su auto azul. Fue una catarsis. No me importó si me miraban, no me importó la gente, no me importó lo mucho que el cuidaba su auto.
Tire la lata de pintura encima del techo, la pintura comenzó a desparramarse rápidamente.
Sentí como si esa pintura hubiera salido desde el fondo de mi alma expulsada por la desilusión que provoca el engaño más imperdonable, el engaño de mi primer amor.
Polilla