jueves, 26 de mayo de 2011

LA DOBLE MORAL DE FACUNDO

El día que mi hermano conoció a Facundo me dijo: "Cuidá a este flaco porque te juro que te rompo el alma". Al flaco lo cuidé, se pudrió todo y mi hermano no me rompió el alma.
Cuento esto porque Facundo fue una trampa en la que caímos todos, incluida mi familia. Mi vieja fantaseaba con los nietos, mi hermano nos visitaba más que nunca y mi abuelo había encontrado en él un interlocutor atento para contarle sus anécdotas de juventud.
Me acuerdo que cuando lo empecé a conocer me sentía la persona más mala del mundo y no porque lo fuese, pero Facundo se mostraba tan bondadoso, tan generoso y de tan puros pensamientos que cualquiera podía ser un bicho al lado de él. No exagero, hasta le giraba dinero a un pobre chico del África.
Cuando empecé a sentir su distancia no quise hablar del tema con nadie porque tenía esperanzas de que las cosas vuelvan a estar en su lugar e imaginaba que si le contaba a mi familia iba a estropearse el buen vínculo que había entre ellos. Pero no aguanté más, era demasiado para mi y mis semanales sesiones con la psicóloga, entonces me abrí y empecé a contarle a mi vieja las cosas que estaban pasando. Sentí alivio, sabía que existía la posibilidad de una separación y necesitaba del apoyo incondicional de los míos. Ella trataba de aconsejarme y de relajarme, pero las cosas entre los dos empeoraban.
Efectivamente, cuando llegó ese final entre tostadas y café con leche (relatado en La Mudanza) mi vieja no lo dudó: "Nos engaño vilmente a todos. Facundo es mal tipo y tiene lo peor que puede tener un ser humano: doble moral". Me acuerdo que al principio se lo discutía, no podía pensar que me había cagado, lo justificaba, lo sostenía con uñas y dientes. Al tiempo, le dije: "Mamá puede ser que conmigo haya sido mal tipo, pero la gente lo adora, sus amigos, sus compañeros de trabajo. Todo el mundo lo ama, quizás es buen amigo y mala pareja" ( Al tiempo también supe que sus compañeros de trabajo no lo adoraban tanto como creía, ellos lo consideran como una persona con la que hay que tener cuidado y estoy hablando de adultos)
Mi mamá me contestó: "No, no se es bueno en algunos aspectos y malo en otros. Uno es buena o mala persona y él es mala persona, lo que pasa es que confundís bondad con moral cristiana".
Esas palabras quedaron en mi mente y creo que nunca se van a borrar ! Moral Cristiana, que peligrosa !! Tanto daño se hizo en la historia de la humanidad en nombre de la Moral Cristiana !
Ojo, esto no tiene que ver con creer o no creer en Dios, respeto a todas las religiones y credos, pero Facundo era el primero en ocupar el banco de la iglesia para después volver a casa y humillarme con su rechazo y su indiferencia.
Cuando conocí a su familia, me di cuenta que él estaba comenzando a reproducir en nuestra "familia" la forma de vivir de la suya: una esposa sufrida que se pasaba el tiempo rezando un Rosario y pidiendo que esa noche su marido no duerma con la amante, pero claro, el domingo los dos iban  muy alegres del brazo a misa.
A veces, pienso que las cosas con Facundo no funcionaron por tres razones (acá sólo diré dos, porque quiero reservar la tercera para otro post): porque él tiene la líbido corta sin poder sostener una relación y porque yo me resistía a ser esa mujer sumisa que no mostraba desacuerdos, que no pedía atención y que aceptaba las cosas porque Dios lo quiso así.

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